La sal es usada comúnmente en rituales de protección. Dejar sal afuera puede ser un intento de purificar y proteger el hogar de malas energías.
En algunas culturas, la sal simboliza la amistad y la hospitalidad. Dejar sal pudiera ser un gesto de buena voluntad hacia los residentes de la casa.
En contextos actuales, esta acción podría ser interpretada como una superstición o una tradición pasada por alto por generaciones más jóvenes.
Si encuentras sal en tu puerta, podrías optar por descartarla si no se conoce su origen, o incorporarla en alguna tradición personal significativa.